domingo, 9 de septiembre de 2007

Entrevista al Dr. Javier Vigo Leguizamón


Excelente y clara nota. Para escucharla, haga click en el link que figura a continuación que dice Economía para todos.



Economía para todos



Prólogo “Ataque a la República”

Es para mí, un alto honor escribir éstas palabras en éste libro por distintas circunstancias y razones.
Sostengo y confieso que el mundo de las casualidades ha sucumbido ante el de las causalidades.
Dios, en su Infinita Bondad, Misericordia y Justicia ha puesto en mi vida indicios que su toda presencia guía los destinos de nuestra alicaída Patria, tejiendo y entrecruzando personas, palabras, actos, y acontecimientos en pos del bien común.
Conocí al Dr. Javier Vigo Leguizamón a través de un reportaje que le hicieran en el diario La Nación hace ya unos años, sostenía en el que “hay que desterrar el odio y reconciliarse”. Debo reconocer y admitir que éstas palabras no sólo me enriquecieron profundamente, también hicieron que mi alma diera un nuevo brinco, eran las mismas que me enviara mi padre, el Cnl Argentino del Valle Larrabure desde su encierro, como en aquella carta del 22 de octubre de 1974 que expresaba: “Aún suceda la peor no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.
Han pasado años desde aquel instante, a pesar de intentar sobreponerme al dolor, sigo arrastrando las pesadas cadenas. Compartirlas, comulgar las ideas, pone esa cuota de alivio que ayuda y mejora mi alma.
El mensaje de mi padre me llegaba por otra boca, de otros labios, en otra época, era el mismo que había acunado y madurado durante toda mi adolescencia, y ahora ya hombre, una nueva voz lo susurraba con fuerza a mi oído.
Las hebras de esas causalidades seguirían su curso y sólo después de la aparición de mi libro “Un canto a la Patria”, intercambiaría conceptos frecuentemente con el autor de ésta brillante novela.
El dolor ante la pérdida de un ser querido es personal e intransferible, muchas veces ese duelo se mantiene toda nuestra vida, superarlo es nuestro estigma, hacer el bien después de haber recibido tanto mal nuestra consigna.
Descubrí a través de Vigo Leguizamón que mi dolor se transformaba en nuestro dolor, sin tener él un familiar directo, víctima de la violencia del 70, podía entenderme, sintiendo el horror en su alma, comprendiendo mi lucha interior, haciéndola carne; ese cuerpo inerte, esquelético, torturado, lacerado, golpeado, herido en su dignidad humana, visto en las imágenes de las fotos de la autopsia era como si fuera el cuerpo de su padre. Cuánto sufrimiento, cuánta impunidad, aún hoy golpea y divide a toda la sociedad argentina. Hasta cuando, por qué, eran interrogantes que no podemos dejar de plantearnos con éste libro.
Mientras no se construya el perdón por medio de la justicia esas heridas seguirán abiertas, sin cicatrizar.
Vigo Leguizamón me devolvió la fé en la justicia, en sus manos deposité la causa de mi padre, demostrándome que ella es compatible con el perdón, buscamos crear conciencias para llegar al verdadero arrepentimiento.
Para extirpar definitivamente éste mal, para sacarlo de raíz se deben entender y comprender las circunstancias que lo motivaron, aquí radica el esfuerzo de “Ataque a la República”.
El tejido social argentino es hoy nuevamente víctima, como en la década del 70, debemos reaccionar a tiempo, de lo contrario la muerte de aquellos políticos, empresarios, gremialistas, periodistas, funcionarios, diplomáticos, abogados, jueces, empleados, estudiantes, docentes, integrantes de las FFAA y de seguridad, sus esposas, hijos, personas que circunstancialmente se encontraban en el lugar del atentado, habrá sido en vano. No habremos aprendido nada de tanto horror.
Toda la República en sus distintos matices fue y es golpeada. Entenderlo, advertirlo, explicarlo, pronunciarlo y denunciarlo es el objetivo de éste claro libro novelado por éste brillante abogado y escritor, hombre de la ley, de profunda fe católica y gran humildad, excelente ser humano, autor también de otro extraordinario libro, titulado “Amar al Enemigo”, donde propone definitivamente la reconciliación entre los argentinos, con testimonios y entrevistas profundas a figuras emblemáticas y relevantes de la época violenta del setenta.
Sólo basta una acción para impulsar al dolor. Nos vemos envueltos en un estímulo que no parece buscar la superación.
La encrucijada final de la vida nos preguntará cuando nos encontremos sólos frente al Altísimo, donde ya no valdrán los dobles mensajes, las mentiras y tantos escapismos, cuánto hicimos por remediar lo irremediable.



Lic. Arturo Cirilo Larrabure