domingo, 9 de septiembre de 2007

Entrevista al Dr. Javier Vigo Leguizamón


Excelente y clara nota. Para escucharla, haga click en el link que figura a continuación que dice Economía para todos.



Economía para todos



Prólogo “Ataque a la República”

Es para mí, un alto honor escribir éstas palabras en éste libro por distintas circunstancias y razones.
Sostengo y confieso que el mundo de las casualidades ha sucumbido ante el de las causalidades.
Dios, en su Infinita Bondad, Misericordia y Justicia ha puesto en mi vida indicios que su toda presencia guía los destinos de nuestra alicaída Patria, tejiendo y entrecruzando personas, palabras, actos, y acontecimientos en pos del bien común.
Conocí al Dr. Javier Vigo Leguizamón a través de un reportaje que le hicieran en el diario La Nación hace ya unos años, sostenía en el que “hay que desterrar el odio y reconciliarse”. Debo reconocer y admitir que éstas palabras no sólo me enriquecieron profundamente, también hicieron que mi alma diera un nuevo brinco, eran las mismas que me enviara mi padre, el Cnl Argentino del Valle Larrabure desde su encierro, como en aquella carta del 22 de octubre de 1974 que expresaba: “Aún suceda la peor no deben odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.
Han pasado años desde aquel instante, a pesar de intentar sobreponerme al dolor, sigo arrastrando las pesadas cadenas. Compartirlas, comulgar las ideas, pone esa cuota de alivio que ayuda y mejora mi alma.
El mensaje de mi padre me llegaba por otra boca, de otros labios, en otra época, era el mismo que había acunado y madurado durante toda mi adolescencia, y ahora ya hombre, una nueva voz lo susurraba con fuerza a mi oído.
Las hebras de esas causalidades seguirían su curso y sólo después de la aparición de mi libro “Un canto a la Patria”, intercambiaría conceptos frecuentemente con el autor de ésta brillante novela.
El dolor ante la pérdida de un ser querido es personal e intransferible, muchas veces ese duelo se mantiene toda nuestra vida, superarlo es nuestro estigma, hacer el bien después de haber recibido tanto mal nuestra consigna.
Descubrí a través de Vigo Leguizamón que mi dolor se transformaba en nuestro dolor, sin tener él un familiar directo, víctima de la violencia del 70, podía entenderme, sintiendo el horror en su alma, comprendiendo mi lucha interior, haciéndola carne; ese cuerpo inerte, esquelético, torturado, lacerado, golpeado, herido en su dignidad humana, visto en las imágenes de las fotos de la autopsia era como si fuera el cuerpo de su padre. Cuánto sufrimiento, cuánta impunidad, aún hoy golpea y divide a toda la sociedad argentina. Hasta cuando, por qué, eran interrogantes que no podemos dejar de plantearnos con éste libro.
Mientras no se construya el perdón por medio de la justicia esas heridas seguirán abiertas, sin cicatrizar.
Vigo Leguizamón me devolvió la fé en la justicia, en sus manos deposité la causa de mi padre, demostrándome que ella es compatible con el perdón, buscamos crear conciencias para llegar al verdadero arrepentimiento.
Para extirpar definitivamente éste mal, para sacarlo de raíz se deben entender y comprender las circunstancias que lo motivaron, aquí radica el esfuerzo de “Ataque a la República”.
El tejido social argentino es hoy nuevamente víctima, como en la década del 70, debemos reaccionar a tiempo, de lo contrario la muerte de aquellos políticos, empresarios, gremialistas, periodistas, funcionarios, diplomáticos, abogados, jueces, empleados, estudiantes, docentes, integrantes de las FFAA y de seguridad, sus esposas, hijos, personas que circunstancialmente se encontraban en el lugar del atentado, habrá sido en vano. No habremos aprendido nada de tanto horror.
Toda la República en sus distintos matices fue y es golpeada. Entenderlo, advertirlo, explicarlo, pronunciarlo y denunciarlo es el objetivo de éste claro libro novelado por éste brillante abogado y escritor, hombre de la ley, de profunda fe católica y gran humildad, excelente ser humano, autor también de otro extraordinario libro, titulado “Amar al Enemigo”, donde propone definitivamente la reconciliación entre los argentinos, con testimonios y entrevistas profundas a figuras emblemáticas y relevantes de la época violenta del setenta.
Sólo basta una acción para impulsar al dolor. Nos vemos envueltos en un estímulo que no parece buscar la superación.
La encrucijada final de la vida nos preguntará cuando nos encontremos sólos frente al Altísimo, donde ya no valdrán los dobles mensajes, las mentiras y tantos escapismos, cuánto hicimos por remediar lo irremediable.



Lic. Arturo Cirilo Larrabure

viernes, 7 de septiembre de 2007

PRESENTACIÓN DEL LIBRO ATAQUE A LA REPÚBLICA


Ante una numerosa concurrencia, que colmó las instalaciones del Club del Progreso, y entre la que se encontraban importantes personalidades como Félix Luna, Víctor Massuh, Manuel Solanet, Nora Guinzburg, Roberto Nicholson, Juan José Cresto, Emilio Guillermo Nani, y el Rabino Sergio Bergman - que habló en la comida posterior-, el Dr. Javier Vigo Leguizamón presentó su libro Ataque a la República. Lo acompañaron en el panel, el Lic. Arturo Larrabure – hijo del Cnel Argentino del Valle Larrabure, asesinado por el ERP en l975- y el periodista Bernardo Neustadt.
Arturo Larrabure dijo que “el dolor ante la pérdida de un ser querido es personal e intransferible, muchas veces ese duelo se mantiene toda nuestra vida, superarlo es nuestro estigma, hacer el bien después de haber recibido tanto mal nuestra consigna. Descubrí a través de Javier que mi dolor se transformaba en nuestro dolor, sin tener él un familiar directo, víctima de la violencia del 70, podía entenderme, sintiendo el horror en su alma, comprendiendo mi lucha interior, haciéndola carne; ese cuerpo inerte, esquelético, torturado, lacerado, golpeado, herido en su dignidad humana, visto en las imágenes de las fotos de la autopsia era como si fuera el cuerpo de su padre. Cuánto sufrimiento, cuánta impunidad, aún hoy golpea y divide a toda la sociedad argentina. Para extirpar definitivamente este mal, para sacarlo de raíz se deben entender y comprender las circunstancias que lo motivaron, aquí radica el esfuerzo de “Ataque a la República”.
La obra aborda un tema candente en los estrados judiciales: determinar si los asesinatos de la guerrilla son o no crímenes de lesa humanidad, reiterando los argumentos morales y jurídicos con que – como abogado de Larrabure- Vigo Leguizamón ha peticionado ante la justicia federal se encuadre en tal categoría al asesinato del militar.
Narra asimismo la lucha de hombres que, habiendo combatido entre sí, han descubierto que ninguna conciencia doliente se apacigua con una amnistía. Deben evitar que la tragedia vuelva a ocurrir, deben encarar un futuro de paz, de reconciliación, una reconciliación cada vez más lejana, a menos que la Iglesia Católica y el Poder Judicial asuman la responsabilidad que la República ha colocado sobre sus espaldas.
Al analizar el contenido de su novela, el autor señaló que con las hebras de la ficción diseñó los personajes; con las de la realidad los conflictos, entre los que cobra relevancia el que actualmente libran, en el resquebrajado tablero de la República, la memoria y la historia. La primera sólo acepta lo que le conviene; idealiza y sacralizar lo propio, abominando y demonizando lo ajeno. La historia, por el contrario, realiza un análisis y un discurso críticos, destacando los graves errores cometidos por políticos, intelectuales, militares y guerrilleros en la dolorosa década del 70.
La memoria – dijo Vigo Leguizamón- divide; la historia reúne.
Otro de los dilemas analizados es si la justicia es compatible con el perdón. Imprescriptible- piensa el autor, no es equivalente a imperdonable. Paul Ricoeur y Hanna Arendt, nos han enseñado que perdonar implica comprender que los culpables siguen siendo hombres como sus jueces. No se puede reducir a un ser humano a su crimen. No podemos destruir todo el resto de su humanidad, y esto es válido para todos los que – en aquellos años de plomo- olvidaron que la vida vale por sí misma, no según lo que se piensa.

sábado, 28 de julio de 2007

LA AGENDA DE MADRID

http://www.clubmadrid.org/cmadrid/index.php?id=544
LA AGENDA DE MADRID:
Reunidos, con el fin de recordar y honrar a las víctimas de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, rememorar la fortaleza y el coraje de los ciudadanos de Madrid, y a través de ellos, a todas las víctimas del terrorismo y a quienes se enfrentan a esta lacra en las distintas partes del mundo,
Nosotros, los integrantes del Club de Madrid, ex-jefes de Estado y de Gobierno de países democráticos, hemos reunido a líderes políticos, expertos y ciudadanos de todo el mundo.

Hemos escuchado una diversidad de voces. Hemos percibido el miedo y la incertidumbre generalizada que provoca el terrorismo. Nuestros principios y recomendaciones de políticas abordan estas preocupaciones fundamentales.
La nuestra es una llamada a la acción para los líderes de todas las partes del mundo. Una agenda de actuación para los gobiernos, las instituciones, sociedad civil, medios de comunicación y ciudadanos, basada en acciones concretas y eficaces. Una respuesta democrática a la amenaza global del terror.
Los Principios de Madrid
El terrorismo es un crimen contra toda la humanidad. Atenta contra la vida de las personas inocentes. Crea un clima de odio, de miedo y propicia la fractura a escala mundial entre religiones y grupos étnicos. El terrorismo constituye una de las violaciones más graves de la paz, el derecho internacional y los valores de la dignidad humana.

El terrorismo constituye un ataque a la democracia y a los derechos humanos. No existe justificación alguna para atacar a civiles y no combatientes por medio de la intimidación y de atentados mortales.
Rechazamos con firmeza cualquier ideología que inspire la acción terrorista. Condenamos sin reservas sus métodos. Nuestra visión se basa en un conjunto común de valores y principios universales. La libertad y la dignidad humana. La protección y el fortalecimiento de los ciudadanos. La construcción y la consolidación de la democracia en todas sus dimensiones y niveles. La promoción de la paz y de la justicia.
Una Respuesta Integral
Frente a las víctimas, tenemos el deber de hacer que recaiga sobre los terroristas la acción de la Justicia. Es necesario dotar a las fuerzas policiales de todos los poderes que precisen, respetando siempre los principios cuya defensa les ha sido encomendada. Las medidas de lucha contra el terrorismo deberán respetar plenamente los principios internacionales sobre los derechos humanos y el Estado de Derecho.

No existen soluciones sencillas. El uso de medidas de fuerza es necesario en la lucha contra el terrorismo. Las acciones militares, cuando resulten necesarias, siempre deben ser coordinadas con medidas policiales y judiciales, así como con respuestas políticas, diplomáticas, económicas y sociales.

Convocamos a todos los Estados a ejercer su derecho y cumplir con su obligación de proteger a los ciudadanos. Los gobiernos, tanto singular como colectivamente, deben prevenir y luchar contra los actos terroristas. Las instituciones internacionales, los gobiernos y la sociedad civil deben también afrontar los factores subyacentes que nutren a los terroristas de apoyo y seguidores.
Cooperación Internacional
El terrorismo es hoy una amenaza global. Lo vimos no solo en Madrid, Nueva York y Washington sino también en Dar es Salaam, Nairobi, Tel Aviv, Bali, Estambul, Riad, Casablanca, Bagdad, Bombay y Beslan. Requiere por lo tanto, una respuesta global. Los gobiernos y la sociedad civil deben revitalizar sus esfuerzos con el fin de promover el compromiso, la cooperación y el diálogo en el plano internacional.
La legitimidad internacional es un imperativo moral y práctico. Resulta esencial un enfoque multilateral. Deben fortalecerse las instituciones internacionales, especialmente las Naciones Unidas. Debemos renovar nuestros esfuerzos para hacerlas más transparentes, democráticas y eficientes.
Una estrecha visión nacional es contraproducente. Las instituciones jurídicas y los organismos policiales y de inteligencia han de cooperar e intercambiar la información pertinente más allá de las fronteras nacionales.
Ciudadanos y Democracia
Sólo la libertad y la democracia serán capaces de derrotar finalmente al terrorismo. Ningún otro sistema de gobierno puede reivindicar mayor legitimidad, ni existe otro sistema con mayor capacidad de respuesta ante las demandas políticas.
Los ciudadanos defienden y promueven la democracia. Debemos apoyar el crecimiento de movimientos democráticos en todas las naciones y reafirmar nuestro compromiso con la solidaridad, inclusión y respeto por la diversidad cultural.
Los ciudadanos son actores, no espectadores. Personifican los principios y valores de la democracia. Una sociedad civil dinámica desempeña un papel estratégico a la hora de proteger a las comunidades locales, contrarrestar las ideologías extremistas y hacer frente a la violencia política.
Llamamiento a la Acción
La agresión a una nación es la agresión a todas las naciones. El daño causado a un ser humano es daño causado a toda la humanidad. No hay indiferencia posible. Llamamos a todos y a cada uno: a todos los Estados, a todas las organizaciones, tanto nacionales como internacionales. A todos los ciudadanos.
Partiendo de los debates mantenidos entre los líderes políticos, expertos y ciudadanos, hemos identificado las siguientes áreas y recomendaciones que consideramos deberían ser ampliadas, revisadas e implementadas como parte de un proceso continuado y dinámico.
Las Recomendaciones de Madrid
En ningún caso, las diferencias políticas y filosóficas acerca de la naturaleza del terrorismo pueden constituir una excusa para la inacción. Apoyamos la Estrategia Global para la Lucha contra el Terrorismo anunciada por el Secretario General de las Naciones Unidas en la Cumbre de Madrid el día 10 de marzo.
Hacemos un llamamiento urgente para:
• La adopción de la definición de terrorismo propuesta en diciembre de 2004 por el Grupo de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre Amenazas, los Desafíos y el Cambio.
• La ratificación e implementación de los convenios internacionales contra el terrorismo por aquellos estados que todavía no lo hayan hecho.
• La conclusión, a la mayor brevedad posible, del Convenio Global sobre Terrorismo Internacional.
Y consideramos que atender las necesidades de las víctimas del terrorismo no sólo es un imperativo moral sino también una necesidad práctica.
Por ello recomendamos:
• Examinar la posibilidad de crear altos comisionados para las víctimas en el ámbito nacional e internacional, que defiendan los derechos de las víctimas a conocer la verdad, y asimismo contribuyan a que se haga justicia, a una tutela judicial adecuada y a una indemnización plena.
Cooperación Internacional
La base de una cooperación eficaz transfronteriza reside en la confianza y en el respeto al Estado de Derecho. La confianza se desarrolla mediante normas compartidas, reciprocidad y la experiencia práctica de una colaboración efectiva.
Para fomentar esta confianza mutua, proponemos:
• El establecimiento de foros periódicos e informales para las fuerzas policiales y los agentes de inteligencia, que podrán desarrollarse a partir de consultas bilaterales hasta que se conviertan en unas estructuras formales de cooperación multilateral.
• El fortalecimiento de las organizaciones regionales con el fin de que las medidas para combatir el terrorismo se ajusten específicamente a las necesidades locales y se aprovechen los conocimientos y redes locales.
• La coordinación efectiva de dichos mecanismos en el plano global.
La cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo es también una cuestión de capital humano y financiero.
Hacemos un llamamiento en el siguiente sentido:
• El establecimiento de un mecanismo internacional, incluyendo Estados, Organizaciones no Gubernamentales y el sector privado, para poner en contacto a los Estados que precisen recursos con aquellos que pueden proporcionarlos.
• La creación de un fondo con la finalidad de ayudar a los gobiernos que no cuenten con los recursos financieros suficientes para que puedan cumplir sus obligaciones en los términos propuestos por el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas.
Los Factores Subyacentes o de Riesgo
El terrorismo se nutre de la intimidación, el miedo y el odio. Aunque las autoridades son responsables de asegurar la libertad, incluyendo la libertad religiosa, a su vez, los líderes, incluyendo los líderes religiosos, tienen la responsabilidad de no abusar de dicha libertad fomentando o justificando el odio, el fanatismo o las guerras por motivos religiosos.
Proponemos:
• La promoción sistemática del diálogo cultural y religioso mediante el diálogo local, mesas redondas y la creación de programas de intercambio internacionales.
• Las autoridades y los medios de comunicación deben revisar continuamente su lenguaje a fin de asegurar que involuntariamente no se refuercen los objetivos de intimidación, miedo y odio propios de los terroristas.
• La creación de programas nacionales e internacionales para evaluar las manifestaciones de racismo, enfrentamientos étnicos y el fanatismo religioso, su impacto en los medios de comunicación, y la revisión de los libros de texto de los escolares en términos de su visión cultural y de tolerancia religiosa.
Aunque la pobreza no es una causa directa del terrorismo, las medidas de política social y económica pueden contribuir a paliar la exclusión y el impacto de los cambios socio-económicos rápidos que propician el rencor, elemento explotado con frecuencia por los terroristas.
Hacemos un llamamiento para:
• La adopción de políticas comerciales, de subvenciones y de inversión a largo plazo que contribuyan a integrar a grupos marginales y a fomentar su participación.
• Nuevos esfuerzos para reducir las desigualdades estructurales en las sociedades eliminando la discriminación de determinados grupos.
• Impulsar programas centrados en promover la educación de la mujer, el empleo y la representatividad de los excluidos.
• Cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el año 2015.
Los terroristas prosperan en sociedades donde existen conflictos no resueltos y los mecanismos para exigir responsabilidad por las reivindicaciones políticas son escasos.
Proponemos:
• Nuevas iniciativas de mediación y pacificación en sociedades que están marcadas por los conflictos y la división, dado que la democracia y la paz van de la mano.
• Redoblar los esfuerzos para promover y fortalecer las instituciones democráticas y la transparencia dentro de los países y a nivel mundial. Iniciativas tales como la Comunidad de Democracias pueden contribuir a la consecución de ambos objetivos.
La Lucha contra el Terrorismo
Los valores y principios democráticos son instrumentos esenciales para luchar contra el terrorismo. Cualquier estrategia eficaz para combatir el terrorismo requiere que los terroristas sean aislados. Por tanto, siempre será preferible tratar el terrorismo como un delito específico que será perseguido mediante los sistemas establecidos para el cumplimiento de la ley, con pleno respeto a los derechos humanos y al Estado de Derecho.
Recomendamos:
• Adoptar medidas efectivas para impedir que queden impunes tanto los actos de terrorismo como el abuso de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo.
• Incorporar una legislación sobre derechos humanos en todos los programas de lucha contra el terrorismo y en las políticas de los gobiernos nacionales y de los organismos internacionales.
• Desarrollar una propuesta para crear la figura de un Ponente Especial que informaría a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la compatibilidad de las medidas anti-terroristas adoptadas con la legislación sobre derechos humanos, respaldada por el Secretario General de las Naciones Unidas en su comparecencia en Madrid.
• Articular la inclusión y la integración de las minorías y de las comunidades dispersas en todas nuestras sociedades.
• Promover la creación de instituciones políticas democráticas en todo el mundo que reflejen estos mismos principios.
En la lucha contra el terrorismo, cualquier información sobre atentados en otro Estado debe ser considerada como información sobre un atentado en el propio Estado.
Para facilitar el intercambio de inteligencia entre Estados proponemos:
• Una re-evaluación de las reglas sobre información clasificada que permita un intercambio rápido de la misma.
• La definición de las condiciones que permiten compartir información entre Estados partiendo del criterio de disponibilidad.
• El uso de las tecnologías más avanzadas para crear bases de datos de lucha contra el terrorismo en el ámbito regional y global.
El principio de solidaridad y cooperación internacional se aplica también a las medidas defensivas.
Recomendamos:
• Creación de programas transfronterizos en los que los gobiernos y las entidades privadas participen en un sistema de almacenamiento compartido de medicamentos y vacunas, así como en la cooperación sin fisuras entre los servicios de emergencia.
La solidaridad debe complementarse con los nuevos esfuerzos en la coordinación de los instrumentos existentes de colaboración contra el terrorismo.
Recomendamos
• Gestión eficiente y armonización de los instrumentos nacionales e internacionales en la lucha contra el terrorismo.
• Creación de directrices claras sobre el papel de las fuerzas armadas en relación con otras agencias policiales de ámbito nacional.
• Diseño de planes nacionales para coordinar las responsabilidades en la lucha contra el terrorismo, permitiendo a las agencias o a las organizaciones especializadas poder contribuir plenamente a un esfuerzo global.
La amenaza del terrorismo obliga a que se redoblen nuestros esfuerzos de limitar la proliferación de armas de destrucción masiva.
Recomendamos:
• Apelar al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que comience investigaciones en el territorio de aquellos países que sean sospechosos de apoyar redes terroristas, y cuando proceda, utilizar el amplio espectro de medidas previstas en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.
• Ultimar el Convenio Internacional para la Eliminación de los Actos de Terrorismo Nuclear, y fortalecer y desarrollar la convención sobre armas biológicas.
• Continuar los esfuerzos globales innovadores para reducir la amenaza de las armas de destrucción masiva, tales como la Iniciativa de Reducción de la Amenaza Global y las Alianzas Globales.
Es necesario privar a los terroristas de los recursos financieros necesarios para llevar a cabo sus campañas de violencia.
Para combatir las redes de financiación del terrorismo, recomendamos lo siguiente:
• El fortalecimiento y la coordinación de medidas policiales y campañas políticas y de educación cívica que reduzcan el tráfico ilegal de drogas, cuyos ingresos son empleados para financiar el terrorismo.
• La creación de un centro internacional de financiación contra el terrorismo, que fomente la investigación, la formación de los agentes del orden y actúe como una fuente de cooperación y asistencia mutua.
• El desarrollo de herramientas que potencien la transparencia en la recaudación de fondos del sector privado o de instituciones benéficas mediante el intercambio de las mejores prácticas.
• La expansión de “unidades de inteligencia financiera” que faciliten la cooperación efectiva entre las agencias gubernamentales y las instituciones financieras.
La Sociedad Civil
El proceso de construcción de la democracia como antídoto frente al terrorismo y la violencia precisa del apoyo de la comunidad internacional y de sus ciudadanos.
Proponemos:
• La creación de una red global de ciudadanía que conecte a los líderes de la sociedad civil que impulsen la lucha a favor de la democracia de todo el mundo, haciendo un uso extensivo de las tecnologías basadas en Internet y en otros sistemas nuevos de comunicación.
• Un sistema de “alerta temprana” como parte de esta red, para evitar la escalada de los conflictos locales, al tiempo que proporcionan una vía para el apoyo moral y material de los grupos de la sociedad civil ante situaciones represivas.
Impulsando la Agenda de Madrid
El Club de Madrid presentará la Agenda de Madrid a las Naciones Unidas, a la reunión ministerial de la Comunidad de Democracias en Chile y en otras instituciones y gobiernos. El Club de Madrid contactará con universidades, institutos de investigación especializados y comités de sabios para elaborar las propuestas realizadas por los grupos de trabajo y los paneles de la Cumbre.
El espacio para el diálogo y el intercambio de ideas propiciado por esta Cumbre, partiendo del trabajo de los numerosos expertos, profesionales y legisladores implicados, debe continuar. Los documentos elaborados proporcionan una herramienta poderosa para todos los que deseen comprender el reto derivado del terrorismo y busquen soluciones efectivas.
Mantenemos en nuestros corazones el recuerdo de las víctimas del terrorismo en todos los continentes y los terribles ataques en los Estados Unidos en el año 2001. Creemos que tendrá a la vez un valor simbólico y práctico celebrar una nueva conferencia global el 11 de septiembre de 2006 para evaluar los progresos realizados en la implementación de la Agenda de Madrid.
Club de Madrid
Madrid. 11 de marzo de 2005


Koffi Anann - Una estrategia mundial de lucha contra el terrorismo

Una estrategia mundial de lucha contra el terrorismo


El Secretario General de Naciones Unidas

Discurso ante el Plenario de Clausura de la Cumbre Internacional de Madrid sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad

Majestades, Señor Presidente, Distinguidos Jefes de Estado y de Gobierno, Señoras y señores:
Si he sido invitado a tomar la palabra ante ustedes es porque el terrorismo es una amenaza para todos los Estados y todos los pueblos que puede materializarse en cualquier momento y en cualquier lugar.
Es un ataque directo a los valores básicos que propugnan las Naciones Unidas: el Estado de derecho; la protección de la población civil; el respeto recíproco entre las personas de diferentes religiones y culturas; y la resolución pacífica de las controversias.
Por lo tanto, es evidente que las Naciones Unidas deben estar a la vanguardia de la lucha contra ese fenómeno, y proclamar en primer lugar, en voz alta y clara, que el terrorismo siempre es inaceptable y no puede justificarse invocando causa alguna.
Por el mismo motivo, las Naciones Unidas deben seguir insistiendo en que, en la lucha contra el terrorismo, no podemos renunciar a los valores básicos que he mencionado. En particular, siempre deben respetarse los derechos humanos y los principios del Estado de derecho. Desde mi punto de vista, el terrorismo es por sí mismo un ataque directo a los derechos humanos y el Estado de derecho. Si en nuestra lucha contra ese fenómeno sacrificamos esos valores, estaremos entregando una victoria a los terroristas.
Señoras y señores:
Puesto que el terrorismo es claramente una de las principales amenazas a que nos enfrentamos en el presente siglo, es justo que recibiera especial atención en el informe que lleva por título “Un mundo más seguro: la responsabilidad que compartimos”, redactado por el Grupo de alto nivel que establecí para que estudiara las amenazas que pesan sobre el mundo y recomendara los cambios que deberían efectuarse en el sistema internacional.
El Grupo me pidió que promoviera una estrategia amplia y basada en una serie de principios, y eso es lo que me propongo hacer. La presente reunión me parece una ocasión idónea para enunciar los principales elementos de esa estrategia y el papel que desempeñarían en ella las Naciones Unidas.
La estrategia se compone de cinco elementos, que llamaré “las cinco des”. Son los siguientes:
• Primero, disuadir a los grupos descontentos de elegir el terrorismo como táctica para alcanzar sus objetivos;
• Segundo, dificultar a los terroristas el acceso a los medios para llevar a cabo sus atentados;
• Tercero, hacer desistir a los Estados de prestar apoyo a los terroristas;
• Cuarto, desarrollar la capacidad de los Estados para prevenir el terrorismo; y
• Quinto, defender los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo.
Las Naciones Unidas han desempeñado durante muchos años un papel fundamental en todas esas esferas y han alcanzado logros importantes. Pero tenemos que hacer más, y tenemos que hacerlo mejor.
Permítanme empezar con la primera “de”: disuadir a los grupos descontentos de elegir el terrorismo como táctica.
• Hay grupos que utilizan las tácticas terroristas porque creen que esas tácticas son eficaces y que la población, o por lo menos la parte de la población en cuyo nombre dicen actuar, aprobará su utilización. Esas ideas preconcebidas son la verdadera “causa profunda” del terrorismo. Nuestra tarea consiste en demostrar de forma irrefutable que son erróneas.
• No es posible, ni necesario, atender todas las reivindicaciones que los terroristas dicen defender. Lo que sí debemos hacer es convencer a todos quienes pudieran sentir el impulso de apoyar el terrorismo de que esa no es una forma aceptable ni eficaz de promover su causa. Las autoridades morales y políticas de todos los ámbitos deben afirmar claramente que el terrorismo es inaceptable en toda circunstancia y en toda cultura.
• Las Naciones Unidas y sus organismos especializados han tenido especial protagonismo en la negociación y la aprobación de 12 tratados internacionales en materia de lucha contra el terrorismo. Ha llegado la hora de concluir un convenio general por el que se condene el terrorismo en todas sus formas.
• La autoridad moral de las Naciones Unidas en el combate contra el terrorismo se ha visto menoscabada por el espectáculo de unas negociaciones que ya se han prolongado demasiado tiempo. El informe del Grupo de alto nivel, sin embargo, ofrece una vía para poner fin a esas desavenencias. No es necesario discutir si los Estados pueden o no ser culpables de terrorismo, porque la utilización deliberada por los Estados de la fuerza de las armas contra la población civil ya está claramente prohibida en el derecho internacional. Por lo que respecta al derecho de ofrecer resistencia a la ocupación, ese derecho debe entenderse en su auténtico significado. No puede entrañar el derecho a asesinar o dañar deliberadamente a civiles.
• El Grupo pide que se formule una definición de terrorismo en que quede claro que constituye terrorismo todo acto que obedezca a la intención de causar la muerte o graves daños corporales a civiles no combatientes, con el objetivo de intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar o abstenerse de realizar un acto. Considero que esa propuesta tiene una fuerza moral evidente, por lo que insto encarecidamente a los dirigentes mundiales a que se unan para respaldarla, a fin de aprobar el convenio general lo antes posible.
• No son únicamente los dirigentes políticos, sino también los dirigentes religiosos y de la sociedad civil los que deben denunciar públicamente que las tácticas terroristas son criminales e injustificables. La sociedad civil ya ha impulsado magníficas campañas contra las minas antipersonal, el reclutamiento de niños como soldados y la impunidad de los crímenes de guerra. Me gustaría ver una campaña mundial igualmente vigorosa dirigida contra el terrorismo.
• Por último, debemos prestar más atención a las víctimas del terrorismo y asegurarnos de que se oiga su voz. En las Naciones Unidas, al haber perdido a colegas muy apreciados en un atentado terrorista cometido en Bagdad hace dos años somos especialmente conscientes de ello. En octubre pasado, el Consejo de Seguridad, en su resolución 1566 (2004), sugirió la creación de un fondo internacional para indemnizar a las víctimas y sus familias, que se financiaría en parte con los bienes confiscados a organizaciones terroristas, sus miembros y sus patrocinadores. Deben tomarse medidas urgentes al respecto.
Paso ahora a la segunda “de”: dificultar a los terroristas el acceso a los medios para llevar a cabo sus atentados. Eso significa privarles de posibilidades de viajar, recibir apoyo financiero o adquirir material nuclear o radiológico.
• A este respecto las Naciones Unidas ya han hecho contribuciones importantes. El Convenio Internacional de las Naciones Unidas para la represión de la financiación del terrorismo entró en vigor hace tres años. Desde entonces, el Consejo de Seguridad ha impuesto limitaciones de viaje y sanciones financieras a los miembros de Al-Qaida y entidades asociadas. Sin embargo, aún debemos hacer más por asegurarnos de que se cumplan estrictamente las sanciones.
• También necesitamos que se adopten medidas eficaces contra el blanqueo de capitales. En ese ámbito las Naciones Unidas podrían adoptar y promover las ocho recomendaciones especiales sobre la financiación del terrorismo formuladas por el Grupo de acción financiera de la OCDE sobre blanqueo de capitales.
• Tal vez lo más importante sea privar el acceso de los terroristas al material nuclear. El terrorismo nuclear todavía es tratado muchas veces como ciencia ficción. Ojalá lo fuera. Por desgracia, vivimos en un mundo con un exceso de materiales peligrosos y abundantes conocimientos tecnológicos, en que algunos terroristas declaran abiertamente su intención de causar matanzas de dimensiones catastróficas. Un atentado de ese tipo, si llegara a ocurrir, no sólo causaría muerte y destrucción generalizadas, sino que también frenaría la economía mundial y arrojaría a decenas de millones de personas a la más absoluta pobreza. Dado lo que sabemos sobre la relación entre la pobreza y la mortalidad infantil, cualquier atentado terrorista nuclear generaría una segunda oleada de víctimas en todo el mundo en desarrollo.
• El hecho de que ese atentado todavía no se haya producido no ha de servir de excusa para la autocomplacencia. De hecho, esa circunstancia nos brinda una oportunidad de adoptar medidas eficaces de prevención.
• Esas medidas entrañarían agrupar, custodiar y, siempre que fuera posible, eliminar los materiales potencialmente peligrosos, además de establecer controles eficaces de las exportaciones. El Grupo de los Ocho y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han dado pasos importantes para conseguirlo y para colmar ciertas lagunas que presenta el régimen de no proliferación. Debemos asegurarnos de que esas medidas se cumplan con todo rigor y de que se refuercen mutuamente. Insto a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a que ultimen y aprueben sin demora el convenio internacional para la represión de los actos de terrorismo nuclear. Aplaudo la labor realizada por la Iniciativa de lucha contra la proliferación para paliar las deficiencias de nuestras defensas.
Mi tercera “de” se refiere a la necesidad de que los Estados desistan de prestar apoyo a los terroristas.
• En el pasado, las Naciones Unidas no han vacilado en enfrentarse a Estados que acogían y ayudaban a terroristas, y el Consejo de Seguridad ha aplicado sanciones repetidamente. De hecho, en gran parte gracias a esas sanciones, varios Estados que patrocinaban a terroristas han dejado de hacerlo.
• Esa línea de firmeza debe mantenerse y reforzarse. Los Estados deben saber que, si prestan apoyo de cualquier tipo a los terroristas, el Consejo no vacilará en emplear medidas coercitivas contra ellos.
La cuarta “de” consiste en desarrollar la capacidad del Estado para prevenir el terrorismo.
• Los terroristas utilizan a los Estados débiles como refugio para escapar a la detención y para adiestrar o reclutar a otros terroristas. Por consiguiente, la labor de potenciar la capacidad y la responsabilidad de todos los Estados debe convertirse en la piedra angular de nuestra lucha mundial contra el terrorismo. Esa labor entraña la promoción del buen gobierno y, por encima de todo, del Estado de derecho, con unas fuerzas profesionales de policía y seguridad que respeten los derechos humanos.
• Las Naciones Unidas ya han realizado una importante aportación en ese ámbito. El Consejo de Seguridad, en su resolución 1373 (2001), pidió a todos los Estados que adoptaran medidas importantes para prevenir el terrorismo. El Comité contra el Terrorismo se ocupa de verificar en qué medida los Estados están cumpliendo la resolución.
• Sin embargo, a muchos países pobres les resulta realmente imposible adquirir la capacidad que necesitan. Les hace falta ayuda. La nueva Dirección Ejecutiva del Comité contra el Terrorismo evaluará sus necesidades y elaborará una estrategia integral de asistencia técnica.
• Todos los Estados deben tener la posibilidad de establecer y mantener un sistema eficiente de justicia penal. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito tiene experiencia en la materia y está dispuesta a seguir ofreciendo su colaboración.
• El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo se ocupa cada vez más de cuestiones de gobernanza, que, según reconocemos todos actualmente, son decisivas para el desarrollo. Nuestra División de Asistencia Electoral recibe cada vez más solicitudes de asistencia a países que celebran elecciones, muchas veces en momentos decisivos de su historia, como ha ocurrido últimamente en el Afganistán, Palestina, el Iraq y Burundi. Espero que los Estados Miembros contribuyan ahora a esa labor, como sugirió el Presidente Bush ante la Asamblea General el pasado mes de septiembre, aportando recursos a un fondo para ayudar a los países a establecer o fortalecer la democracia.
• Los grupos terroristas reclutan a sus miembros con especial facilidad entre personas que tienen una visión estrecha o distorsionada del mundo. Por consiguiente, debemos ayudar a los Estados a ofrecer a todos los ciudadanos una educación moderna que fomente la reflexión con base científica y el libre pensamiento. La UNESCO ha hecho una gran labor a ese respecto, pero todavía queda mucho por hacer.
• Pocas amenazas ponen de manifiesto más nítidamente el imperativo de fomentar la capacidad de los Estados que el terrorismo biológico, que podría propagar enfermedades infecciosas letales por todo el mundo en pocos días. Ni los Estados ni las organizaciones internacionales se han adaptado todavía al nuevo mundo de la biotecnología, con todas sus promesas y peligros. Pronto habrá en todo el mundo decenas de miles de laboratorios capaces de sintetizar agentes infecciosos con insospechadas posibilidades mortíferas.
• Todos los expertos concuerdan en que la mejor defensa contra ese peligro consiste en fortalecer los sistemas de salud pública. La Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos de la Organización Mundial de la Salud, trabajando con recursos limitados, ha realizado una meritoria labor de vigilancia de los brotes de enfermedades infecciosas mortales y respuesta ante su aparición. Sin embargo, si se produjera un brote incontenible, de origen natural o provocado por el hombre, serían los sistemas de salud locales los que estarían en primera línea, y en muchos países pobres esos sistemas son deficientes o ni siquiera existen. Necesitamos impulsar una gran iniciativa para establecer esos sistemas.
Tenemos, por último, la quinta “de”, que no es en absoluto la menos importante: debemos defender los derechos humanos.
• Lamento decir que los expertos internacionales en derechos humanos, incluidos los del sistema de las Naciones Unidas, coinciden unánimemente en considerar que muchas de las medidas que adoptan actualmente los Estados para luchar contra el terrorismo vulneran los derechos humanos y las libertades fundamentales.
• Los instrumentos de derechos humanos dejan un amplio margen para la adopción de medidas firmes de lucha contra el terrorismo, incluso en las circunstancias más excepcionales. Sin embargo, la claudicación en materia de derechos humanos no puede contribuir a la lucha contra el terrorismo. Al contrario, facilita el logro de los objetivos del terrorista, al ceder ante él en el terreno moral y provocar tensión, odio y desconfianza hacia el gobierno precisamente en los sectores de la población en que el terrorismo tiene más posibilidades de reclutar a nuevos miembros.
• La preservación de los derechos humanos no solamente es compatible con una estrategia eficaz de lucha contra el terrorismo, sino que es un elemento esencial de esa estrategia.
• Por consiguiente, apruebo decididamente la reciente propuesta de designar a un relator especial que informe a la Comisión de Derechos Humanos sobre la compatibilidad de las medidas de lucha contra el terrorismo con los instrumentos internacionales de derechos humanos.
Aquí concluye mi breve resumen de los elementos más importantes que constituirían una estrategia integral de lucha contra el terrorismo.
Todos los departamentos y organismos de las Naciones Unidas pueden y deben contribuir a poner en práctica esta estrategia. Me dispongo a crear un equipo especial de ejecución, dependiente de mi oficina, que se reunirá periódicamente para examinar el tratamiento del terrorismo y las cuestiones conexas en todo el sistema de las Naciones Unidas y asegurarse de que todas las partes que intervienen desempeñan el papel que tienen asignado.
Señoras y señores:
Mañana por la mañana recordaremos, con enorme pesar, y en común con el conjunto de Europa —en realidad, con el mundo entero—, a las 192 personas inocentes que fueron asesinadas de forma tan brutal e injustificable en el atentado terrorista ocurrido aquí en Madrid hace exactamente un año. Afirmaremos nuestra solidaridad con sus familiares y amigos; con cerca de dos millares de personas más, también inocentes, que resultaron heridas en las explosiones; y con el pueblo español, que tanto ha sufrido a causa del terrorismo en los últimos 30 años pero que se ha mantenido fiel a sus convicciones democráticas.
Al mismo tiempo, tendremos un recuerdo para las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y las de otros atentados terroristas cometidos en Dar-es-Salam, Nairobi, Tel Aviv, Bali, Estambul, Riad, Casablanca, Bagdad, Bombay, Beslán: en realidad, para todas las víctimas del terrorismo en todas partes, cualquiera que sea su nacionalidad, raza o religión.
Algunas heridas pueden curarse con el paso del tiempo. Otras nunca llegan a cicatrizar del todo, como ocurre especialmente con la angustia sufrida por los supervivientes, que llevan heridas en el cuerpo o, por la pérdida de sus seres queridos, en el espíritu.
Para todas las víctimas del mundo entero nuestras palabras de solidaridad son escaso consuelo. Esas personas saben que nadie que no haya sido afectado tan directamente como ellas puede compartir verdaderamente su dolor. Evitemos, al menos, explotar ese sentimiento. Debemos respetar a las víctimas. Debemos escucharlas. Debemos hacer todo lo que podamos por ayudarlas.
Debemos estar dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar que otros seres humanos sigan su mismo destino.
Por encima de todo, no debemos olvidarlas.
Muchas gracias.

jueves, 26 de julio de 2007

Entrevista en diario español. Hablan las víctimas del terrorismo en Argentina

http://www.minutodigital.com/noticias2/4115.htm

Arturo Cirilo Larrabure, hijo del coronel del ejercito Argentino del Valle Larrabure: " El 23 de agosto de 1975 aparecía en un descampado el cuerpo sin vida de mi padre, y después de 372 días comprendíamos y veíamos con nuestros propios ojos la violencia revolucionaria impulsada y alentada por el Che, por Fidel y tantos otros"


minutodigital.com: 25.07.07

En España durante la transición y los años 80 vivimos los llamados años de plomo, durante los cuales las víctimas del terrorismo fueron arrinconadas y olvidadas por nuestra clase política y por la sociedad misma. El cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco logró por fin sacarlas del ostracismo. Hoy de nuevo sufren una y otra vez ataques políticos por no callar y negarse a seguir asumiendo el papel de silenciosos sufridores, haciendo oír fuerte y clara su oposición a la negociación con ETA, y repudiando a una “ley de punto final” para estos terroristas.

En Argentina también hay víctimas del terrorismo, olvidadas porque la represión de la dictadura militar y la propaganda de la izquierda se han encargado de hacer recordar al mundo los desaparecidos, pero también de ocultar que además hubo víctimas del terrorismo marxista. Arturo Larrabure es hijo de una de aquellas víctimas, el coronel del Valle Larrabure, secuestrado por el ultraizquierdista ERP en 1974, antes de la instauración de la dictadura militar, y ahorcado finalmente tras 372 días secuestrado en un zulo muy parecido al que ETA usó para torturar a Ortega Lara. Hoy encabeza un movimiento cívico que quiere que los delitos de terrorismo sean tratados como crímenes contra la humanidad y sus responsables en Argentina tratados como los militares responsables de la represión durante la dictadura.

¿Sr, Larraube, pese a lo doloroso del recuerdo, puede narrar para los lectores españoles la agonía a que fue sometido su padre?

El 11 de agosto de 1974 , una noche como cualquier otra, un sábado, en una fiesta, en el casino de la Fabrica Militar de pólvoras y explosivos de la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, mi padre, el Cnl Argentino del Valle Larrabure, en ese entonces Mayor del Ejército Argentino, fue secuestrado por el ERP, Ejército Revolucionario del Pueblo.

Era presidente del país María Estela Martínez de Perón, había fallecido su esposo, el Tte Grl Perón el 1 de julio de ese mismo año. Nos encontrábamos en pleno gobierno democrático. Mi padre vestía de civil, no estaba armado y cumplía la función de Subdirector de la Fábrica Militar, una de las 14 que en ese momento existían en el país y hoy subsisten sólo cuatro. El hecho de ser Ingeniero Químico Militar desde el año 1966 le permitía a mi padre desarrollarse en esas funciones. Comienza esa misma noche el horror para toda mi familia.

Mi padre tenía 42 años al igual que mi madre, mi hermana apenas 17 años y yo tan sólo 15 años. Vivían con nosotros la empleada doméstica de toda la vida junto a su hijo, ahijado de mis padres. Así estaba compuesto el grupo familiar. Durante más de un año, sin comprender la razón de tanto infortunio, nos vimos privados de la compañía física de mi padre. No se podía entender tanta locura, tanto odio y tanta violencia. De nada se lo podía acusar a mi padre, cae envuelto en ésta barbarie tan sólo por pertenecer a las filas del Ejército Argentino. En esos inolvidables 372 días nosotros desconocíamos la verdadera historia. Creímos que era tratado de acuerdo a la Convención de Ginebra, como prisionero de guerra. Sus ocho cartas, llenas de mensajes superadores, claros y profundos escondían el verdadero sufrimiento, su pasión y el calvario. Desde su encierro nos daba ánimos y nos pedía que “Aún suceda lo peor no deberíamos odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.


Teníamos esperanzas en cada nueva carta que nos llegaba, aún estaba vivo, los jóvenes que lo habían secuestrado comprenderían el error y lo liberarían creíamos en nuestra inocencia. La violencia se había desatado en nuestra Patria y sinceramente no entendíamos por qué. Estuvo a punto de realizarse un canje, dependía de la voluntad presidencial, sin embargo nunca pudimos ser atendidos por la entonces gobernante del país. La responsabilidad histórica de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial es incuestionable. No he escuchado aún el mea culpa de los políticos que fueron cómplices de tanta locura, algunos lo consintieron con sus actos y palabras.

El 23 de agosto de 1975 aparecía en un descampado el cuerpo sin vida de mi padre, y después de 372 días comprendíamos y veíamos con nuestros propios ojos la violencia revolucionaria impulsada y alentada por el Che, por Fidel y tantos otros. El cadáver de mi padre nos mostraba el odio irracional llevado a cabo a la perfección. Estaba esquelético, el informe forense es más que elocuente, he construído un fotolog con mucha información, http://fotolog.terra.com.ar/larrabure . Pesaba 47 kilos menos que cuando lo habían llevado secuestrado. Después de unos días, en septiembre, se encontró la “cárcel del pueblo”, un sótano, de escasas dimensiones. Húmedo, asfixiante , mi padre era enfermo asmático, no había luz natural, allí, en ese agujero negro del odio irracional pasó sus últimos meses de vida, se investigó, se encontraron muchos de sus escritos, su compañero de prisión, un industrial rosarino de apellido Vicari, al ser abandonado salvó milagrosamente su vida y narró los últimos dias de mi padre, en esos momentos sentimos que nuestro mundo se derrumbaba, dos años después de su asesinato y calvario apareció su diario de cautiverio, con mi hermana tuvimos que hacernos cargo de nuestro madre, que por un año no quería comer, no quería ya vivir.

Después de treinta años puedo hablar de mi dolor, sacarlo a la luz, enmudecí por décadas, tapé, formé una coraza protectora, pero hemos sobrevivido, estamos de pie y queremos contarle al mundo la verdadera historia donde hoy los victimarios se han transformado en las víctimas. Hace poco tiempo escribí un libro en su homenaje que titulé “Un canto a la Patria”. Es un llamado de atención y reflexión para todos los argentinos, ese libro ya ha cruzado fronteras. Se lo obsequié al Papa y al rey de España, para que escuchen nuestras voces, nuestros reclamos.

Si no nos equivocamos el terrorismo de izquierda en Argentina asesinó a más de 800 personas. Sin embargo solo se recuerda a los desaparecidos bajo los gobiernos militares. ¿Las víctimas del terrorismo se sienten discriminadas y olvidadas en su país?

La lista es superior a las 1000 personas, terrible es el olvido pero peor es la discriminación realizada adrede. Hay que decir que hubo contra las Instituciones de la Patria más de 21.000 atentados. El Ataque a la República fue sistemático, constante, con una planificación excelente diagramada, con participación cómplice del Estado Argentino y otros Estados, como el Cubano por ejemplo. Han pasado muchos años desde aquel entonces, ahora con los ex terroristas en el poder, se comprenden muchas cosas. No se olvide de aquellas palabras que dicen que “más dañina que la mentira de los malos es el silencio de los buenos”. Aquí, en ésta frase se sintetiza mucho de lo sucedido en nuestra Argentina. Las víctimas del terrorismo argentino hemos realizado un duelo silencioso, eso provocó que la falta de palabras diera lugar a una sobreactuación del terrorismo de ultraizquierda. Observe la cantidad de desaparecidos hoy aparecidos, algunos de ellos en el poder actual, cómo lo explica entonces. Terrible, sencillamente un plan maquiavélico. Nosotros, las víctimas ofendidas, queremos hacer oír nuestras voces, a la narrativa del odio respondemos con nuestras palabras. Fuimos protagonistas silenciosos y los distintos gobiernos y la prensa nos ocultaron, para que nuestra verdad no saliera a la luz, el Estado Argentino no nos reparó tanto daño, tanto dolor. Ahora tendrán que escucharnos, no podrán evitarnos, es la voz de nuestros muertos que clama por justicia. Nos hemos sometido a la ley, en un país donde se pone en tela de juicio la justicia, pero seguiremos avanzando, no permitiremos más que se mienta, a cada uno en la historia le corresponde un verdadero lugar, estamos cansados de tanta mentira.

Con el gobierno Campora se hizo con los terroristas de izquierda algo parecido a lo que con la ley de punto final se hizo con los militares tras el fin de la dictadura. Sin embargo una ha sido derogada para hacer justicia y otra no. ¿Se sienten las víctimas del terrorismo argentino estafadas y atropelladas?

Esa es la terrible sensación, estafados y atropellados, justicia a medias es sinónimo de injusticia, media verdad es simplemente doble mentira, estamos reaclamando por nuestros derechos, llegaremos hasta lo mas alto del poder nacional, si persisten en desoírnos llevaremos nuestros reclamos a los fueros internacionales. Somos conscientes que el asesinato de mi padre como el de tantos otros fue, es y será un crimen de lesa humanidad, por la tanto imprescriptible, sus autores materiales e intelectuales deben ser sometidos a la ley. La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es clara cuando afirma que un crimen de lesa humanidad puede ser cometido tanto por agentes estatales como por una organización terrorista. No puede el componente estatal colocarse por encima del sagrado valor de la vida. No obstante ello hubo aquí responsabilidad directa del Estado argentino que en un solo día amnistió a los terroristas sin desarmarlos, modificó el art. 80 del Código Penal para quien en adelante asesinara a un juez o un militar no mereciera reclusión perpetua, y suprimió los tribunales y las leyes que habían permitido combatir al terrorismo eficaz y legalmente. De inmediato los guerrilleros retomaron sus acciones violentas asesinado al Secretario de la Confederación General del Trabajo, José Ignacio Rucci, a mi padre, al Capital Humberto Viola y su hija de tan solo tres años, y a muchos otros; asaltaron cuarteles y generaron un clima tal de terror que en enero de l974 el gobierno que había derogado las leyes se vio obligado a reimplantarlas.

¿El comunismo internacional, con Cuba a la cabeza, fue responsable del terrorismo en Argentina?

En su Mensaje a la Tricontinental Ernesto Guevara propició la creación de diez, cien, mil Vietnams, mediante la instauración de focos revolucionarios en todo Latinoamérica. Lea el discurso de Fidel Castro al cerrar la conferencia que en l967 realizó en Cuba la Organización Latinoamericana de Solidaridad. Allí consideró a la guerrilla como el elemento clave para tomar el poder e instó a crear ejércitos revolucionarios en cada uno de esos países. Guerrilleros del ERP fueron adiestrados en Cuba, mientras que el Che murió en Bolivia intentando crear un foco guerrillero. En la causa “Arancibia Clavel”, la Corte Argentina consideró crimen de lesa humanidad el asesinato del Gral Prats, valorando que había sido planificado por la agencia de inteligencia chilena. Sería inadmisible que ante pruebas tan contundentes sostuviera lo contrario en el caso de mi padre.

Los crímenes bajo la dictadura militar no pueden justificarse, pero, al igual que sucede en España con los crímenes de estado de los GAL, que no pueden desconectarse de los crímenes y la situación provocada por el terrorismo de ETA y su brazo político Batasuna, ¿no cree que en Argentina tampoco puede desconectarse la actuación de la dictadura militar del terrorismo subversivo previo de la ultraizquierda?

La respuesta a su pregunta puede hallarla leyendo la sentencia que condenó a los Comandantes Militares. Allí el Tribunal dijo textualmente: “ …está fuera de discusión que a partir de la década de l970 el terrorismo se agudizó en forma gravísima, lo que se manifestó a través de los métodos empleados por los insurgentes; por su cantidad; por su estructura militar; por su capacidad ofensiva; por su poder de fuego; por los recursos económicos con que contaban, provenientes de la comisión de robos, secuestros extorsivos y variada gama de delitos económicos; por su infraestructura operativa y de comunicaciones; la organización celular que adoptaron como de lograr la impunidad; por el uso de la sorpresa en los atentados irracionalmente indiscriminados; la capacidad para interceptar medios masivos de comunicación; tomar dependencias policiales y asaltar unidades militares.

En suma se tiene por acreditado que la subversión terrorista puso una condición sin la cual los hechos que hoy son objeto de juzgamiento, posiblemente no se hubieran producido”

Esa es la verdad histórica. El pasado imaginario que difunde la “memoria” calla estos hechos y afirma que un buen día un conjunto de militares alucinados salió a matar a “jóvenes idealistas” que tan sólo pensaban diferente.

Una cosa es consecuencia de la otra, pero hay que ser cauto, buscar la rigurosidad histórica, todo es estímulo-reacción. Hay decretos presidenciales firmados por ministros que aún hoy están vivos que pueden cuestionarse, pero no cabe duda que existieron. Las fuerzas armadas fueron llamadas a aniquilar al terrorismo. Hubo 908 desapariciones durante el gobierno de Perón e Isabel Perón. No hubieran podido ocurrir sin el consentimiento del gobierno constitucional. Sin embargo los comandantes militares civiles (Italo Luder, e Isabel Perón) nunca fueron juzgados, porque implicaba reconocer que las desapariciones comenzaron durante su gobierno. Hay muchos culpables en nuestra patria. Yo condeno la violencia, el terror, el odio y la venganza, no acepto la mentira. Quiero absolutamente toda la verdad, pero que sea una verdad superadora con castigos ejemplificadores que conduzcan al verdadero arrepentimiento. Necesitamos mirar hacia delante, no transmitir a nuestros descendientes las pesadas cadenas de dolor.

Lucha para que los terroristas sean tratados de igual forma que los militares argentinos y sus crímenes sean considerados contra la humanidad y declarados imprescriptibles, para ver a los verdugos responsables de la muerte de su padre y otras víctimas tratados de igual forma.

El 6 de febrero del corriente año, junto a mi abogado, el Dr. Vigo Leguizamón, presentamos un escrito en el Juzgado federal de Rosario, peticionado se declarara crimen de lesa humanidad el asesinato de mi padre. Entre sus fundamentos morales y jurídicos destacamos que una característica fundamental de los derechos humanos es su universalidad e indivisibilidad. Es decir son comunes a todos los seres humanos sin distinción de credos, razas o ideologías. No hay un derecho a la vida a medias. Sin embargo en Argentina se ha generado una distinción entre vidas de primera y de segunda clase. Se ha consagrado un derecho penal para los amigos y otro para el enemigo. Luchamos tenazmente contra ello, presentando elementos probatorios para que los terroristas reciban el mismo trato y la misma condena que los militares argentinos. Igualdad ante la ley. El expediente no avanza, va lentamente moviéndose, porque hay reticencia a dictaminar por parte de los Fiscales dada la enorme trascendencia que tendría que se reabrieran las causas contra los guerrilleros, muchos de los cuales están en el poder. No tenemos apoyo de los medios de comunicación salvo honrosas excepciones. No pararè hasta encontrar el objetivo. Quienes quieran interiorizarse de lo actuado en tal causa pueden consultar en www.larrabure.blogspot.com

En España tenemos reciente la condena al capitán de fragata Scilingo , ¿reclama el mismo trato para los terroristas de ultraizquierda, la misma persecución internacional y la misma condena?

Aquel que realizó actos indignos debe pagar, esa es la ley, la justicia debe llegar para todos. Debe quedar muy claro que no estoy defendiendo al Proceso militar. A mi padre, como a muchos otros lo asesinaron antes de que aquél comenzara. Si no hay equilibrio no hay justicia, sin ella no se puede lograr la paz que desde su cautiverio mi padre me pedía que buscara, solamente trato de cumplir con su pedido. Confío en la justicia de mi país, pero no olvido que entre l973 y l976 los jueces no condenaron a ningún terrorista pese a ocurrir sucesos gravísimos que llevaron a la Cámara Federal – en la sentencia a los comandantes- a reconocer que Argentina vivió una guerra revolucionaria. De cualquier manera si la justicia argentina consagra la discriminación e impunidad acudiré ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Corte Interamericana de Derechos Humanos invocando la existencia de hechos autónomos y posteriores a la ratificación por Argentina de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, violatorios de las Garantías Judiciales previstas en ella, y de la obligación de los Estados Partes de respetarla. Igualmente de aquellos que tienden a consagrar la igualdad de las partes ante la ley evitando toda discriminación. El Estado habría en tal supuesto incumplido con sus obligaciones de investigar efectiva y adecuadamente y proporcionar a los deudos del Cnel Larrabure un recurso efectivo que los ampare contra la violación de derechos fundamentales reconocidos por la Convención.

martes, 24 de julio de 2007

Nuevo Aporte sobre la Responsabilidad Estatal de Cuba

Señor Juez:
JAVIER VIGO LEGUIZAMÓN, apoderado de ARTURO LARRABURE, en autos “Srio Av s/ privación ilegítima de la libertad, violencia, amenazas, tormentos y muerte.(víctima Argentino del Valle Larrabure), a Ud DIGO:
I. SECRETO DE GENERALES:
Como prueba adicional de la responsabilidad de Cuba en el desarrollo de la guerrilla en Argentina, cito el libro Secreto de generales cuyos datos son:
ISBN
959-7054-11-6
Autor
Báez, Luis
Título
Secretos de generales
Editorial
Editorial SI-MAR
Idioma
CASTELLANO
Materias
Testimonios
Edición
1ª ed
Fecha de publicación
1997-03-30

El mismo fue escrito por el periodista Luis Báez pudiéndose obtener abundante información sobre su contenido ingresando a “Google, secretos de generales, Báez”.
Siguiendo ese curso de investigación se accede, por ejemplo, a CubaNet - News/Noticias: GENERALES CUBANOS NARRAN, POR PRIMERA VEZ ..., donde, en nota periodística del 12.3.97. narra Marisol Marín, lo siguiente:

“ GENERALES CUBANOS NARRAN, POR PRIMERA VEZ, SUS "SECRETOS"
12-03-97 21:46 Por Marisol Marín
La Habana, 12 mar (EFE).- Distintas intervenciones militares de Cuba en el exterior, desde las más públicas como Angola y Nicaragua, hasta otras menos conocidas como las llevadas a cabo en Siria, Argentina y Venezuela, son recogidas en un libro en el que, por primera vez, exponen sus experiencias 41 generales cubanos.
Bajo el título "Secretos de Generales", el periodista Luis Baez entrevistó durante los dos últimos años a toda la cúpula militar de Cuba y sostiene que le costó trabajo conseguir que se sintieran cómodos "delante de una grabadora".
Los entrevistados fueron seleccionados por el alto mando de las Fuerzas Armadas y el libro, de 546 páginas y con un prólogo del ministro de Defensa, Raúl Castro, será presentado en los próximos días.
En estas páginas el ministro del Interior, Abelardo Colomé Ibarra, cuenta su participación en un frustrado intento de crear una base guerrillera en Argentina y el Jefe del Estado Mayor General, Ulises Rosales de Toro, un episodio similar en Venezuela, ambos en los años 60.
Colomé dice que en 1962 fue a cumplir una "misión internacionalista" a Bolivia y a Argentina con la finalidad de preparar las condiciones para un alzamiento guerrillero en este segundo país, que estaría encabezado por el periodista argentino Jorge Ricardo Massetti.
Pero al parecer Massetti fue denunciado por unos campesinos y acribillado a balazos. "Nunca más apareció -dice Colomé-, todo parece indicar que intentó huir, se internó en la selva y allí murió, aunque a ciencia cierta nunca se ha podido saber realmente que ocurrió."
Por su parte, el general Ulises Rosales del Toro rememora la presencia cubana en la guerrilla venezolana y afirma que fueron 14 meses "muy tensos", de un contacto permanente con el contrincante en condiciones muy desventajosas.
"En nuestro romanticismo -agrega- queriendo demostrar que se podían resistir los ataques enemigos, en varias oportunidades los cuatro cubanos nos quedamos solos".
Según Rosales del Toro, los problemas que surgieron fueron "políticos y conceptuales" porque los venezolanos se consideraban con una capacidad política y un conocimiento del país superior y por tanto subestimaban las recomendaciones de los cubanos.
Otro de los entrevistados, el general de división Néstor López Cubas, recuerda cuando en octubre de 1973 viajó a Siria al frente de un batallón de tanques, que después se convertiría en un regimiento, durante la guerra entre Siria y Egipto contra Israel.
No llegaron a combatir, pero mantuvieron la unidad en el frente casi un año y se produjeron algunos duelos de artillería, dice López Cubas.
Sin embargo, para este general, que también estuvo con sus tanques en Angola, su misión "más difícil, compleja, peligrosa y riesgosa" fue en Nicaragua, en los años 80, cuando el Ejército sandinista era combatido por los "contras" con el apoyo de EEUU.
"Nos estabamos jugando la vida diariamente", afirma después de recordar las emboscadas y los terrenos minados y, en definitiva, las características de una guerra irregular, donde nunca se sabe de dónde va a salir el enemigo.
Son varios los generales que evocan la figura de Ernesto "Che" Guevara en Argelia, en el Congo y en la misma Cuba a principios de la Revolución.
Uno de ellos es Víctor Schueg Colas, que estuvo a punto de morir con el "Che" en el Congo, cuando el campamento en que se encontraban fue rodeado y atacado por tropas del Zaire durante cinco días y el guerrillero tuvo que ordenar la retirada.
Otros, como el general de Brigada Enrique Acevedo no combatió con el guerrillero cubano-argentino, pero si guarda recuerdos poco felices de sus relaciones con éste.
"No entendía su sentido del humor, cada vez que me veía usaba una broma cáustica, lo cual, como es lógico, levantaba ronchas" sostiene Acevedo, que, después, insiste en que "cada vez que me veía, me fustigaba, no con un tono malo, sino jocoso, pero yo me encabronaba, me sentía disminuido. En esa época tenía 17 años."
La media de edad de los generales entrevistados es de 55 años, todos son militantes del Partido Comunista de Cuba y entre ellos hay una mujer, Delsa Esther Puebla, general de brigada, la primera cubana que llega a un grado militar tan alto. EFE “

II.- NADIE FUE:
El libro Nadie Fue, de Juan B. Yofre, impreso en la Argentina, año 2006, ratifica lo expresado en Secretos de Generales.
Dice Yofre en la página 20/21 y 25:
“Desde antes de l975 – para ser más precisos desde l959- el comandante Fidel Castro exportaba la revolución socialista a todo el continente, convirtiendo a Cuba en un campo de adiestramiento de la guerrilla latinoamericana. Aunque todos lo presumían o sabían, Castro no lo reconocía. Debieron pasar varias décadas para escuchar de sus propios labios la terrible confesión. El 4 de julio de l998, Fidel Castro aceptó oficialmente su papel de promotor de la subversión en América Latina, durante la década del 60 y del 70, cuando Cuba intentó crear “un Vietnam gigante” a lo largo de toda la región. Lo dijo frente a unos cuatrocientos economistas reunidos en la Habana, en ocasión del foro organizado por la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe. El mandatario reinvindicó esas acciones de su gobierno en toda Latinoamérica, menos en México, y culpó a la ex Unión Soviética por la falta de éxito. “El Che (Ernesto Guevara) llamó al mundo para crear uno, dos, muchos Vietnam”, dijo. Y aseguró: “En el único lugar donde no intentamos promover la revolución fue en México. En el resto, sin excepción, lo intentamos”. “Realmente era lo que teníamos que hacer como revolucionarios. Tratamos de respaldar y desarrollar movimientos revolucionarios armados en contra de las oligarquías y los Estados Unidos. El Che no soñaba. Era posible en Venezuela, Chile, Colombia, Brasil…”. Luego agregó: ”Los Estados Unidos decían que los soviéticos eran los que promovían la revolución, cuando en realidad se opusieron en todo lo que queríamos hacer”. “No tengo absolutamente ninguna duda de que una revolución en este hemisferio era posible”, insistió y continuó: “ Las condiciones objetivas existían, pero las condiciones subjetivas fallaron”. “Pero hicimos el esfuerzo”, sentenció el presidente cubano. Y añadió: “Habríamos cambiado la historia. Habría sido distinto”[1]… Por si América Latina no le alcanzaba las fuerzas armadas de Cuba intervinieron en Angola para apoyar al líder marxista Agostino Neto.
En l963, según relató el hijo[2], el argentino Jorge Ricardo Masetti fue enviado por el gobierno castrista a la Argentina al frente de una columna guerrillera. “Fue el primer proyecto guerrillero en que el Che (Guevara) se involucraba en persona, pues tenía planeado tomar la dirección de la columna, una vez superada la fase de asentamiento”. Tanta importancia le otorgó Guevara que destinó al jefe de su custodia, Horacio Peña Torre (a) Cap. Hermes, como subalterno de Masetti. El argentino y sus seguidores integraron el Ejército Revolucionario del Pueblo.
Masetti se hizo llamar comandante segundo. Porque el primero sería el Che. Entraron en la Argentina por el Norte, en la denominada Operación Penélope[3], en junio de l963 y la experiencia terminó en abril de l964 luego de un enfrentamiento con la Gendarmería en la zona de Orán, Salta. Intentaron abrir un foco guerrillero durante los mandatos constitucionales de José María Guido y Arturo Humberto Illía…
En l970 mientras en Montoneros caían miembros de su estructura porteña y cordobesa – incluyendo a su jefe Fernando Abal Medina y a Carlos Gustavo Ramus[4] (7 de septiembre de l970) – Mario Eduardo Firmenich viajó a Cuba donde fue recibido como un “héroe del Marxismo- Leninismo” (20 de agosto de l970). Fernando Abal Medina ya había estado en Cuba “en los preparativos de la creación de la organización Montoneros”[5]

III.- FALLO ARANCIBIA CLAVEL: (A. 533. XXXVIII. Arancibia Clavel, Enrique Lautaro s/ homicidio calificado y asociación ilícita y otros -causa n°259-.)
En el considerando 24 del fallo, la CSJN consideró “demostrado que Arancibia Clavel formaba parte de una asociación denominada DINA exterior, que dependía directamente de la Dirección de Inteligencia Nacional del Estado chileno, y operaba en el territorio de la República Argentina. Es decir, que pertenecía a una agencia ejecutiva que operaba al margen del control jurisdiccional y del control del poder punitivo, no sólo dentro de las fronteras del Estado chileno, sino también fuera de él”.
Valoró de tal manera la posibilidad de que el Estado comprometido sea diferente al del lugar de los hechos delictivos. Es decir que un Estado extranjero planifique la ejecución de crímenes de lesa humanidad dentro del territorio de otro país.
A su vez, en el considerando 11) decidió que “correspondía calificar a la conducta de Arancibia Clavel como un delito de lesa humanidad, pues la agrupación de la que formaba parte estaba destinada a perseguir a los opositores políticos de Pinochet, por medio de homicidios, desaparición forzada de personas y tormentos sobre cuyo carácter no caben dudasC con la aquiescencia de funcionarios estatales. En efecto, de acuerdo con el texto del Estatuto de Roma que en la resolución apelada cita sólo en su art. 7, queda alcanzada toda forma posible de intervención en esta clase de hechos. Así, no sólo quedan incluidas las formas "tradicionales" de participación (art. 25, inc. 3, aps. a, b y c), sino que expresamente menciona el contribuir "de algún otro modo en la comisión o tentativa de comisión del crimen por un grupo de personas que tengan una finalidad común" (art. 25, inc. 3°, ap. d), cuando dicha contribución es efectuada "con el propósito de llevar a cabo la actividad o propósito delictivo del grupo, cuando una u otro entrañe la comisión de un crimen de la competencia de la Corte" (ap. d, supuesto i).
En el último párrafo del considerando 13) recordó que “ el art. II de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, dispone "Si se cometiere alguno de los crímenes mencionados en el artículo I, las disposiciones de la presente Convención se aplicarán a los representantes de la autoridad del Estado y a los particulares que participen como autores o cómplices o que inciten directamente a la perpetración de alguno de esos crímenes, o que conspiren para cometerlos, cualquiera sea su grado de desarrollo, así como a los representantes de la autoridad del Estado que toleren su perpetración".
Resultaría grave e incoherente no aplicar igual criterio cuando en vez de la dictadura de Pinochet se tiene delante a la dictadura de Castro, quien muy suelto de cuerpo se vanagloria de haber instado el baño de sangre que enlutó a nuestra patria.
Tener presente a la hora de resolver por ser Justicia.
[1] Diario Clarín, 5 de julio de l998
[2] Masetti, Jorge. El furor y el delirio. Intinerario de un hijo de la Revolución Cubana. Barcelona, Tusquets editores, p.129
[3] Tratado extensamente en Acuña, Carlos Manuel. Por amor al odio. La tragedia de la subversión en la Argentina. Tomo I, 3 ed. Buenos Aires, Ediciones del Pórtico, 2003
[4] Ambos intervinieron en el secuestro y asesinato del ex presidente Pedro Eugenio Aramburu
[5] Testimonio de su hermano Juan Manuel Abal Medina. Jauretche, Ernesto: Violencia y política en los 70. No dejes que te la cuenten. Buenos Aires, Ediciones del pensamiento nacional, l997, p. 129

jueves, 19 de julio de 2007

Diario La Nación, Piden la reapertura de causas por crímenes de la guerrilla, 16 de julio de 2007

Derechos humanos: tras el fallo de la Corte por los indultos
Piden la reapertura de causas por crímenes de la guerrilla

El juez Daniel Rafecas tendrá a su cargo una demanda contra la subversión

El juez federal Daniel Rafecas deberá considerar una demanda contra todas aquellas personas que hayan estado vinculadas con la organización guerrillera Montoneros por la participación que hubieran tenido directa o indirectamente en asesinatos, secuestros, toma de rehenes y otros hechos cometidos por ese grupo a partir del 25 de mayo de 1973. La denuncia, adelantada por LA NACION, fue presentada por Ana Lucioni, hija de un teniente primero asesinado a balazos por grupos terroristas en 1976, quien también reclama la reapertura de las causas en las que se hubieren decretado indultos en favor de integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Su particularidad es que para considerar delitos de lesa humanidad, y por lo tanto imprescriptibles, los crímenes de los grupos guerrilleros, toma los argumentos que hizo propios la Corte Suprema de Justicia. Cabe recordar que la Corte viene sosteniendo el criterio de que, para ser calificado delito de lesa humanidad, un crimen debió contar con apoyo del aparato estatal. Según este criterio restrictivo, ni siquiera los ataques contra la AMIA o la embajada de Israel serían delitos de lesa humanidad, a menos que se demuestre la colaboración de agentes estatales, nacionales o extranjeros, en esas acciones. El gobierno nacional ha impulsado la reapertura de las causas judiciales vinculadas con el terrorismo de Estado en los años 70, pero no así de aquellas relacionadas con los crímenes cometidos por organizaciones guerrilleras, muchos de cuyos miembros han sido beneficiados por los indultos decretados por el presidente Carlos Menem. La denuncia En su denuncia, Ana Lucioni aclara que efectúa esa presentación judicial a pesar de su opinión personal acerca del valor absoluto de la irretroactividad de la ley penal, "por una cuestión de elemental igualdad ante la ley", habida cuenta de que "la Corte Suprema y otros tribunales han violentado ese principio para los casos de juzgamiento de militares". Plantea que se impone el juzgamiento de los integrantes de los grupos guerrilleros, pues "de lo contrario, llegaríamos al absurdo de contemplar que la ley penal puede o no ser aplicada de manera retroactiva, según la ideología o posición política". Las pruebas que aporta la denunciante sobre la relación entre Montoneros y el Estado podrían sintetizarse así:
Cita que en su libro Diario de un clandestino Miguel Bonasso, actual diputado nacional, reconoce expresamente que hacía inteligencia para la organización Montoneros mientras trabajaba para la Presidencia de la Nación en 1973. La cita de lo que afirma Bonasso en ese libro es muy reveladora: "Ya está: por primera vez en mi vida soy oficialista y trabajo en la Presidencia de la República. Mario Cámpora me convocó y me dijo que su tío quería tenerme cerca porque venían momentos complicados. Me muevo como asesor libre, aunque reviste formalmente en la Secretaría de Prensa, que ocupa el veterano José María Castiñeira de Dios. Allí, uno de sus segundos, el periodista profesional Oscar García Rey, me pide que organice un grupo de inteligencia. Le digo que sí, por supuesto, y me cago de risa (...). Porque yo ya realizo tareas de inteligencia, pero para la organización Montoneros".
Señala que los miembros de Montoneros colaboraban con dinero obtenido de sus sueldos en el Estado a favor de las arcas de la organización terrorista, como surge, entre otros elementos, del libro La voluntad , de Eduardo Anguita y Martín Caparrós.
Revela, basándose en escritos de ex dirigentes montoneros, que entre 1973 y 1974 hubo un gobernador bonaerense, Oscar Bidegain, que integraba el consejo superior de la organización terrorista y que fue acusado elípticamente por Juan Domingo Perón de complicidad en acciones como el ataque al regimiento de Azul; que hubo un subjefe de la policía bonaerense, Julio Troxler, designado por Bidegain, que les facilitaba campos de entrenamiento e instrucción militar a los miembros de Montoneros; que el apoyo logístico bonaerense se extendía incluso a atentados, como el asesinato de José Ignacio Rucci, para el cual "el gobierno de la provincia de Buenos Aires proveyó, como mínimo, un auto oficial".
Finalmente, a partir de numerosas citas tomadas del libro de Marcelo Larraquy Fuimos soldados , refiere la estrecha cooperación entre Montoneros y Estados extranjeros, tanto para la comisión de actos terroristas en la Argentina como contra blancos israelíes. Asimismo, ofrece una larga lista de militantes montoneros que, de acuerdo con el libro Montoneros: final de cuentas , de Juan Gasparini, ex militante de ese grupo terrorista, recibieron instrucción en Cuba y apoyo financiero del gobierno de ese país. La causa judicial promovida por Ana Lucioni se suma a otra reciente, iniciada por Arturo Larrabure, hijo del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado por el ERP en agosto de 1974, durante la presidencia de Isabel Perón, y ahorcado por sus captores tras un cautiverio de 372 días en el que fue torturado con pasajes de corriente eléctrica, una metodología similar a la aplicada en algunos centros clandestinos de detención del gobierno militar. Las demandas efectuadas por Ana Lucioni y por Larrabure plantean que el hecho de que los tribunales declaren prescriptos los crímenes de grupos guerrilleros, mientras reabren otras causas judiciales, implica someter a los deudos de las víctimas a una clara discriminación. Parten del supuesto de que los derechos humanos son universales y de que no puede existir un derecho a la vida a medias ni vidas de primera o de segunda clase.

Por Fernando Laborda De la Redacción de LA NACION