jueves, 26 de julio de 2007

Entrevista en diario español. Hablan las víctimas del terrorismo en Argentina

http://www.minutodigital.com/noticias2/4115.htm

Arturo Cirilo Larrabure, hijo del coronel del ejercito Argentino del Valle Larrabure: " El 23 de agosto de 1975 aparecía en un descampado el cuerpo sin vida de mi padre, y después de 372 días comprendíamos y veíamos con nuestros propios ojos la violencia revolucionaria impulsada y alentada por el Che, por Fidel y tantos otros"


minutodigital.com: 25.07.07

En España durante la transición y los años 80 vivimos los llamados años de plomo, durante los cuales las víctimas del terrorismo fueron arrinconadas y olvidadas por nuestra clase política y por la sociedad misma. El cruel asesinato de Miguel Ángel Blanco logró por fin sacarlas del ostracismo. Hoy de nuevo sufren una y otra vez ataques políticos por no callar y negarse a seguir asumiendo el papel de silenciosos sufridores, haciendo oír fuerte y clara su oposición a la negociación con ETA, y repudiando a una “ley de punto final” para estos terroristas.

En Argentina también hay víctimas del terrorismo, olvidadas porque la represión de la dictadura militar y la propaganda de la izquierda se han encargado de hacer recordar al mundo los desaparecidos, pero también de ocultar que además hubo víctimas del terrorismo marxista. Arturo Larrabure es hijo de una de aquellas víctimas, el coronel del Valle Larrabure, secuestrado por el ultraizquierdista ERP en 1974, antes de la instauración de la dictadura militar, y ahorcado finalmente tras 372 días secuestrado en un zulo muy parecido al que ETA usó para torturar a Ortega Lara. Hoy encabeza un movimiento cívico que quiere que los delitos de terrorismo sean tratados como crímenes contra la humanidad y sus responsables en Argentina tratados como los militares responsables de la represión durante la dictadura.

¿Sr, Larraube, pese a lo doloroso del recuerdo, puede narrar para los lectores españoles la agonía a que fue sometido su padre?

El 11 de agosto de 1974 , una noche como cualquier otra, un sábado, en una fiesta, en el casino de la Fabrica Militar de pólvoras y explosivos de la ciudad de Villa María, provincia de Córdoba, mi padre, el Cnl Argentino del Valle Larrabure, en ese entonces Mayor del Ejército Argentino, fue secuestrado por el ERP, Ejército Revolucionario del Pueblo.

Era presidente del país María Estela Martínez de Perón, había fallecido su esposo, el Tte Grl Perón el 1 de julio de ese mismo año. Nos encontrábamos en pleno gobierno democrático. Mi padre vestía de civil, no estaba armado y cumplía la función de Subdirector de la Fábrica Militar, una de las 14 que en ese momento existían en el país y hoy subsisten sólo cuatro. El hecho de ser Ingeniero Químico Militar desde el año 1966 le permitía a mi padre desarrollarse en esas funciones. Comienza esa misma noche el horror para toda mi familia.

Mi padre tenía 42 años al igual que mi madre, mi hermana apenas 17 años y yo tan sólo 15 años. Vivían con nosotros la empleada doméstica de toda la vida junto a su hijo, ahijado de mis padres. Así estaba compuesto el grupo familiar. Durante más de un año, sin comprender la razón de tanto infortunio, nos vimos privados de la compañía física de mi padre. No se podía entender tanta locura, tanto odio y tanta violencia. De nada se lo podía acusar a mi padre, cae envuelto en ésta barbarie tan sólo por pertenecer a las filas del Ejército Argentino. En esos inolvidables 372 días nosotros desconocíamos la verdadera historia. Creímos que era tratado de acuerdo a la Convención de Ginebra, como prisionero de guerra. Sus ocho cartas, llenas de mensajes superadores, claros y profundos escondían el verdadero sufrimiento, su pasión y el calvario. Desde su encierro nos daba ánimos y nos pedía que “Aún suceda lo peor no deberíamos odiar a nadie y devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.


Teníamos esperanzas en cada nueva carta que nos llegaba, aún estaba vivo, los jóvenes que lo habían secuestrado comprenderían el error y lo liberarían creíamos en nuestra inocencia. La violencia se había desatado en nuestra Patria y sinceramente no entendíamos por qué. Estuvo a punto de realizarse un canje, dependía de la voluntad presidencial, sin embargo nunca pudimos ser atendidos por la entonces gobernante del país. La responsabilidad histórica de los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial es incuestionable. No he escuchado aún el mea culpa de los políticos que fueron cómplices de tanta locura, algunos lo consintieron con sus actos y palabras.

El 23 de agosto de 1975 aparecía en un descampado el cuerpo sin vida de mi padre, y después de 372 días comprendíamos y veíamos con nuestros propios ojos la violencia revolucionaria impulsada y alentada por el Che, por Fidel y tantos otros. El cadáver de mi padre nos mostraba el odio irracional llevado a cabo a la perfección. Estaba esquelético, el informe forense es más que elocuente, he construído un fotolog con mucha información, http://fotolog.terra.com.ar/larrabure . Pesaba 47 kilos menos que cuando lo habían llevado secuestrado. Después de unos días, en septiembre, se encontró la “cárcel del pueblo”, un sótano, de escasas dimensiones. Húmedo, asfixiante , mi padre era enfermo asmático, no había luz natural, allí, en ese agujero negro del odio irracional pasó sus últimos meses de vida, se investigó, se encontraron muchos de sus escritos, su compañero de prisión, un industrial rosarino de apellido Vicari, al ser abandonado salvó milagrosamente su vida y narró los últimos dias de mi padre, en esos momentos sentimos que nuestro mundo se derrumbaba, dos años después de su asesinato y calvario apareció su diario de cautiverio, con mi hermana tuvimos que hacernos cargo de nuestro madre, que por un año no quería comer, no quería ya vivir.

Después de treinta años puedo hablar de mi dolor, sacarlo a la luz, enmudecí por décadas, tapé, formé una coraza protectora, pero hemos sobrevivido, estamos de pie y queremos contarle al mundo la verdadera historia donde hoy los victimarios se han transformado en las víctimas. Hace poco tiempo escribí un libro en su homenaje que titulé “Un canto a la Patria”. Es un llamado de atención y reflexión para todos los argentinos, ese libro ya ha cruzado fronteras. Se lo obsequié al Papa y al rey de España, para que escuchen nuestras voces, nuestros reclamos.

Si no nos equivocamos el terrorismo de izquierda en Argentina asesinó a más de 800 personas. Sin embargo solo se recuerda a los desaparecidos bajo los gobiernos militares. ¿Las víctimas del terrorismo se sienten discriminadas y olvidadas en su país?

La lista es superior a las 1000 personas, terrible es el olvido pero peor es la discriminación realizada adrede. Hay que decir que hubo contra las Instituciones de la Patria más de 21.000 atentados. El Ataque a la República fue sistemático, constante, con una planificación excelente diagramada, con participación cómplice del Estado Argentino y otros Estados, como el Cubano por ejemplo. Han pasado muchos años desde aquel entonces, ahora con los ex terroristas en el poder, se comprenden muchas cosas. No se olvide de aquellas palabras que dicen que “más dañina que la mentira de los malos es el silencio de los buenos”. Aquí, en ésta frase se sintetiza mucho de lo sucedido en nuestra Argentina. Las víctimas del terrorismo argentino hemos realizado un duelo silencioso, eso provocó que la falta de palabras diera lugar a una sobreactuación del terrorismo de ultraizquierda. Observe la cantidad de desaparecidos hoy aparecidos, algunos de ellos en el poder actual, cómo lo explica entonces. Terrible, sencillamente un plan maquiavélico. Nosotros, las víctimas ofendidas, queremos hacer oír nuestras voces, a la narrativa del odio respondemos con nuestras palabras. Fuimos protagonistas silenciosos y los distintos gobiernos y la prensa nos ocultaron, para que nuestra verdad no saliera a la luz, el Estado Argentino no nos reparó tanto daño, tanto dolor. Ahora tendrán que escucharnos, no podrán evitarnos, es la voz de nuestros muertos que clama por justicia. Nos hemos sometido a la ley, en un país donde se pone en tela de juicio la justicia, pero seguiremos avanzando, no permitiremos más que se mienta, a cada uno en la historia le corresponde un verdadero lugar, estamos cansados de tanta mentira.

Con el gobierno Campora se hizo con los terroristas de izquierda algo parecido a lo que con la ley de punto final se hizo con los militares tras el fin de la dictadura. Sin embargo una ha sido derogada para hacer justicia y otra no. ¿Se sienten las víctimas del terrorismo argentino estafadas y atropelladas?

Esa es la terrible sensación, estafados y atropellados, justicia a medias es sinónimo de injusticia, media verdad es simplemente doble mentira, estamos reaclamando por nuestros derechos, llegaremos hasta lo mas alto del poder nacional, si persisten en desoírnos llevaremos nuestros reclamos a los fueros internacionales. Somos conscientes que el asesinato de mi padre como el de tantos otros fue, es y será un crimen de lesa humanidad, por la tanto imprescriptible, sus autores materiales e intelectuales deben ser sometidos a la ley. La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es clara cuando afirma que un crimen de lesa humanidad puede ser cometido tanto por agentes estatales como por una organización terrorista. No puede el componente estatal colocarse por encima del sagrado valor de la vida. No obstante ello hubo aquí responsabilidad directa del Estado argentino que en un solo día amnistió a los terroristas sin desarmarlos, modificó el art. 80 del Código Penal para quien en adelante asesinara a un juez o un militar no mereciera reclusión perpetua, y suprimió los tribunales y las leyes que habían permitido combatir al terrorismo eficaz y legalmente. De inmediato los guerrilleros retomaron sus acciones violentas asesinado al Secretario de la Confederación General del Trabajo, José Ignacio Rucci, a mi padre, al Capital Humberto Viola y su hija de tan solo tres años, y a muchos otros; asaltaron cuarteles y generaron un clima tal de terror que en enero de l974 el gobierno que había derogado las leyes se vio obligado a reimplantarlas.

¿El comunismo internacional, con Cuba a la cabeza, fue responsable del terrorismo en Argentina?

En su Mensaje a la Tricontinental Ernesto Guevara propició la creación de diez, cien, mil Vietnams, mediante la instauración de focos revolucionarios en todo Latinoamérica. Lea el discurso de Fidel Castro al cerrar la conferencia que en l967 realizó en Cuba la Organización Latinoamericana de Solidaridad. Allí consideró a la guerrilla como el elemento clave para tomar el poder e instó a crear ejércitos revolucionarios en cada uno de esos países. Guerrilleros del ERP fueron adiestrados en Cuba, mientras que el Che murió en Bolivia intentando crear un foco guerrillero. En la causa “Arancibia Clavel”, la Corte Argentina consideró crimen de lesa humanidad el asesinato del Gral Prats, valorando que había sido planificado por la agencia de inteligencia chilena. Sería inadmisible que ante pruebas tan contundentes sostuviera lo contrario en el caso de mi padre.

Los crímenes bajo la dictadura militar no pueden justificarse, pero, al igual que sucede en España con los crímenes de estado de los GAL, que no pueden desconectarse de los crímenes y la situación provocada por el terrorismo de ETA y su brazo político Batasuna, ¿no cree que en Argentina tampoco puede desconectarse la actuación de la dictadura militar del terrorismo subversivo previo de la ultraizquierda?

La respuesta a su pregunta puede hallarla leyendo la sentencia que condenó a los Comandantes Militares. Allí el Tribunal dijo textualmente: “ …está fuera de discusión que a partir de la década de l970 el terrorismo se agudizó en forma gravísima, lo que se manifestó a través de los métodos empleados por los insurgentes; por su cantidad; por su estructura militar; por su capacidad ofensiva; por su poder de fuego; por los recursos económicos con que contaban, provenientes de la comisión de robos, secuestros extorsivos y variada gama de delitos económicos; por su infraestructura operativa y de comunicaciones; la organización celular que adoptaron como de lograr la impunidad; por el uso de la sorpresa en los atentados irracionalmente indiscriminados; la capacidad para interceptar medios masivos de comunicación; tomar dependencias policiales y asaltar unidades militares.

En suma se tiene por acreditado que la subversión terrorista puso una condición sin la cual los hechos que hoy son objeto de juzgamiento, posiblemente no se hubieran producido”

Esa es la verdad histórica. El pasado imaginario que difunde la “memoria” calla estos hechos y afirma que un buen día un conjunto de militares alucinados salió a matar a “jóvenes idealistas” que tan sólo pensaban diferente.

Una cosa es consecuencia de la otra, pero hay que ser cauto, buscar la rigurosidad histórica, todo es estímulo-reacción. Hay decretos presidenciales firmados por ministros que aún hoy están vivos que pueden cuestionarse, pero no cabe duda que existieron. Las fuerzas armadas fueron llamadas a aniquilar al terrorismo. Hubo 908 desapariciones durante el gobierno de Perón e Isabel Perón. No hubieran podido ocurrir sin el consentimiento del gobierno constitucional. Sin embargo los comandantes militares civiles (Italo Luder, e Isabel Perón) nunca fueron juzgados, porque implicaba reconocer que las desapariciones comenzaron durante su gobierno. Hay muchos culpables en nuestra patria. Yo condeno la violencia, el terror, el odio y la venganza, no acepto la mentira. Quiero absolutamente toda la verdad, pero que sea una verdad superadora con castigos ejemplificadores que conduzcan al verdadero arrepentimiento. Necesitamos mirar hacia delante, no transmitir a nuestros descendientes las pesadas cadenas de dolor.

Lucha para que los terroristas sean tratados de igual forma que los militares argentinos y sus crímenes sean considerados contra la humanidad y declarados imprescriptibles, para ver a los verdugos responsables de la muerte de su padre y otras víctimas tratados de igual forma.

El 6 de febrero del corriente año, junto a mi abogado, el Dr. Vigo Leguizamón, presentamos un escrito en el Juzgado federal de Rosario, peticionado se declarara crimen de lesa humanidad el asesinato de mi padre. Entre sus fundamentos morales y jurídicos destacamos que una característica fundamental de los derechos humanos es su universalidad e indivisibilidad. Es decir son comunes a todos los seres humanos sin distinción de credos, razas o ideologías. No hay un derecho a la vida a medias. Sin embargo en Argentina se ha generado una distinción entre vidas de primera y de segunda clase. Se ha consagrado un derecho penal para los amigos y otro para el enemigo. Luchamos tenazmente contra ello, presentando elementos probatorios para que los terroristas reciban el mismo trato y la misma condena que los militares argentinos. Igualdad ante la ley. El expediente no avanza, va lentamente moviéndose, porque hay reticencia a dictaminar por parte de los Fiscales dada la enorme trascendencia que tendría que se reabrieran las causas contra los guerrilleros, muchos de los cuales están en el poder. No tenemos apoyo de los medios de comunicación salvo honrosas excepciones. No pararè hasta encontrar el objetivo. Quienes quieran interiorizarse de lo actuado en tal causa pueden consultar en www.larrabure.blogspot.com

En España tenemos reciente la condena al capitán de fragata Scilingo , ¿reclama el mismo trato para los terroristas de ultraizquierda, la misma persecución internacional y la misma condena?

Aquel que realizó actos indignos debe pagar, esa es la ley, la justicia debe llegar para todos. Debe quedar muy claro que no estoy defendiendo al Proceso militar. A mi padre, como a muchos otros lo asesinaron antes de que aquél comenzara. Si no hay equilibrio no hay justicia, sin ella no se puede lograr la paz que desde su cautiverio mi padre me pedía que buscara, solamente trato de cumplir con su pedido. Confío en la justicia de mi país, pero no olvido que entre l973 y l976 los jueces no condenaron a ningún terrorista pese a ocurrir sucesos gravísimos que llevaron a la Cámara Federal – en la sentencia a los comandantes- a reconocer que Argentina vivió una guerra revolucionaria. De cualquier manera si la justicia argentina consagra la discriminación e impunidad acudiré ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Corte Interamericana de Derechos Humanos invocando la existencia de hechos autónomos y posteriores a la ratificación por Argentina de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, violatorios de las Garantías Judiciales previstas en ella, y de la obligación de los Estados Partes de respetarla. Igualmente de aquellos que tienden a consagrar la igualdad de las partes ante la ley evitando toda discriminación. El Estado habría en tal supuesto incumplido con sus obligaciones de investigar efectiva y adecuadamente y proporcionar a los deudos del Cnel Larrabure un recurso efectivo que los ampare contra la violación de derechos fundamentales reconocidos por la Convención.

3 comentarios:

karina la divina dijo...

Sr Larrabure: acabo de leer su carta y me encuentro profundamente conmovida, por su relato tan sentido y certero. Quiero extenderle mi total y absoluta adhesión a su causa, y bregar para que en nuestro país, la justicia sea independiente del poder de turno, mire la historia con los dos ojos el derecho y el izquierdo, y que juzgue a los terroristas asesinos, por sus delitos de lesa humanidad.
La justicia dignifica y hace grande una Nación, gracias Sr Larrabure por contribuir a eso.
Mi respeto y admiración
karina verónica Martinez

Unknown dijo...

hola arturo,somos tesistas de la universidad nacional de villa maria y realizamos nuestra investigacion sobre el copamiento de la fabrica militar en el año 1974. nos interesaria comunicarnos con vos, porque creemos podrias ayudarnos.
desde ya muchas gracias.
mauro perez y mariana britos

Unknown dijo...

hola arturo,somos tesistas de la universidad nacional de villa maria y realizamos nuestra investigacion sobre el copamiento de la fabrica militar en el año 1974. nos interesaria comunicarnos con vos, porque creemos podrias ayudarnos.
desde ya muchas gracias.
mauro perez y mariana britos